Con la mejora continua del nivel de vida de las personas, también aumentan los requisitos para conservar la frescura de los productos del mar.
El método tradicional consiste en utilizar bloques de hielo para triturarlos y luego lograr un proceso simple de conservación de la frescura, lo que no solo aumenta la intensidad y el costo de la mano de obra, sino que también tiene malas condiciones de higiene y operatividad in situ. Debido a la superficie seca y lisa del hielo en rodajas, no hay rayones en la superficie de los mariscos, lo que mantiene la transpirabilidad de la capa inferior de los mariscos y evita las pérdidas causadas por la deshidratación y la hipoxia del producto. Esto no solo garantiza estrictos requisitos de higiene, sino que también mejora la frescura y la delicadeza de los mariscos.